Por: Mirko Antonio Balanza Orozco
El Cardenal de Cresta Roja, es una especie maravillosa propia de nuestra región que, en otros tiempos, era muy común observarla en los espacios o ambientes urbanos y rurales. Lamentablemente hoy, para que esto suceda en nuestro entorno citadino, debe ocurrir una casualidad, o debemos levantarnos con mucha suerte para poder avistarlos. Pero al parecer, esta situación no solamente se suscita en las ciudades, ya que en el área rural, cada vez cuesta más observarlos. Sin duda, sería bueno preguntarse: ¿Qué está pasando con éstas aves? Al parecer el tiempo se los ha llevado, pero, ¿dónde?
Debido a esto, es que empecé a investigar consultando alguna bibliografía que es casi inexistente, para tratar de averiguar los eventos relacionados con esta situación. Pero antes, realizaré una descripción general de esta ave tan hermosa llamada Cardenal de Cresta Roja.
DESCRIPCIÓN
El Cardenal de Cresta Roja o Copete Rojo (Paroaria Coronata), es una especie de ave propia de Sudamérica, siendo su hábitat natural, las regiones que abarcan desde el norte de la Argentina, Bolivia, el sur de Brasil, Paraguay y Uruguay. Algunos reportes, indican que habría sido introducido en Hawai y Puerto Rico con fines conservacionistas.
Su clasificación científica es la siguiente:
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Miller 1776
Características Morfológicas
El Cardenal de Cresta Roja, es un ave que posee un pico recto y fuerte, sus alas son estrechas y puntiagudas, la cola es alargada y posee una forma cuadrada. En cuanto a las plumas, son muy suaves y eréctiles; presentan varios matices de rojo intenso que recorre desde su cuello a la cabeza, exhibiendo una cresta de plumas rojas que le da ese toque de elegancia y majestuosidad, contrastando con el color negro de sus ojos parecidos a una máscara; su pecho es de color blanco ceniza, siendo el resto de su plumaje de color gris en diversas tonalidades.
Hábitat
Habita en zonas donde existen bosques y vegetación arbustiva, prefieren las praderas arboladas, bañados, orillas de los ríos, quebradas, arroyos, lagunas y muchos espacios urbanos que puedan tener estas condiciones. Los cardenales son extrovertidos, ya que vuelan de planta en planta sin ocultarse y descienden al suelo a buscar alimento sin ningún tipo de temor, su exceso de confianza es una de sus características de conducta. Pueden vivir solos, en parejas, o en pequeños grupos familiares, rara vez se los puede ver en bandadas. Su dieta principal está constituida por semillas pequeñas que producen los árboles, brotes tiernos de pastos, insectos, lombrices, algunas hortalizas, etc.
Si al Cardenal le gusta su territorio, sin duda se apegará a él; es decir, pueden vivir en sitios relativamente pequeños, como parques y plazas en las ciudades, el curso de un rio o quebrada, algunas zonas aledañas a los sembradíos, aunque no se caracteriza por causar daños en ellos. El Cardenal no es un ave migratoria, y su sedentarismo es muy reconocido en él. Dadas estas características de su hábitat, se explica por qué esta ave se adapta fácilmente a las ciudades y convive en mayor proporción con el hombre.
Su Nido
Por lo general, lo construyen en árboles grandes, aunque también utilizan algunos arbustos de variable altura. El nido tiene forma de copa o semiesfera, para ello, utiliza ramitas pequeñas y raíces de todo tipo; en el interior, lo revisten con pedazos de hojas de gramíneas (pastos) y otros materiales suaves. En las urbes, se han llegado a descubrir nidos con cerdas, pelos y otros materiales como hilos, etc.
Reproducción
La época de reproducción, inicia con la llegada de la estación de la primavera, es decir, comenzaría en la segunda quincena del mes de septiembre, y finaliza al iniciar el verano. En esta fase de su ciclo reproductivo, los Cardenales se unen en parejas y ambos trabajan en la construcción de su nido. La hembra, suele empollar hasta 3 huevos que son de color blancuzco a verduzco, y la incubación suele durar entre 13 a 15 días. En esta etapa, el macho se convierte en un tenaz protector ante los posibles enemigos. Cuando nacen los pichones, la tarea de alimentarlos es muy ardua y es compartida por ambos padres, ya que ellos deben acarrear varias veces al día, ingentes cantidades de alimento, hasta que la nueva camada aprenda a volar y puedan alimentarse por sí mismos.
Dimorfismo Sexual.
(Se entiende por Dimorfismo Sexual: a la capacidad de algunas especies animales o vegetales, según la cual individuos de la misma especie, pueden presentar características morfológicas distintas; cuando estas diferencias exteriores se dan entre el macho y la hembra, se denomina Dimorfismo sexual.)
En el caso del Cardenal, NO presenta Dimorfismo Sexual, es decir tanto el macho como la hembra, tienen similares características morfológicas, por lo que es muy difícil diferenciar el sexo entre ellos. Sin embargo, algunos investigadores, señalan que existiría una pequeña diferenciación en la coloración del ave, que a simple vista sería imposible detectar.
En los Cardenales jóvenes (hasta un año de vida), tampoco existe Dimorfismo Sexual, empero, es muy fácil distinguirlos de sus padres, por el color de su plumaje en sus cabezas y cuello, ya que estos no son de color rojo intenso, sino que, presentan unas tonalidades marrones a café claro que los diferencia. (Ver fotos).
Tamaño y peso
El Cardenal suele medir hasta 15 cm de alto, y llega pesar hasta unos 30 gramos.
¿POR QUÉ EL CARDENAL DE CRESTA ROJA ESTÁ AMENAZADO?
Principalmente por dos motivos:
- Por pérdida de su hábitat
Como ya hemos descrito anteriormente, es un ave que puede vivir fácilmente en zonas urbanas, principalmente en espacios verdes arbolados; las fotos que se muestran en este artículo, fueron tomadas por mi persona en el Parque Simón Bolívar (Tarija - Bolivia), por tanto, es muy posible que su territorio este circunscrito a esta zona. Sin embargo, el crecimiento acelerado y poco ordenado de la mayoría de las ciudades, sumados a los efectos contaminantes que se generan tales como, la contaminación acústica (ruido), el smog, la contaminación de los cursos de agua, entre otros, producen cambios bruscos que alteran y destruyen los espacios naturales urbanos, provocando que muchas especies de aves abandonen su entorno obligándoles a buscar otros territorios o ambientes más propicios.
Pero hoy, hasta los espacios rurales presentan serios inconvenientes para muchas aves, ya que los otrora cursos de agua permanentes (ríos, quebradas, arroyos, vertientes y otros), en cuyas riberas solían establecerse territorialmente estas aves, se han degradado ecológicamente transformándose en cuencas hidrológicas temporalmente activas, donde la mayor parte del año permanecen secas. Estas condiciones, y otras como el uso excesivo de pesticidas y herbicidas sintéticos con fines agrícolas, los incendios forestales y el efecto destructivo de la sobrecarga animal, sobre todo en las cabeceras de las cuencas, están incidiendo para que las aves y otros animales, se alejen más de sus hábitats de nacimiento. Es una pena decirlo, pero hasta en el área rural, ya no es fácil avistarlos.
- Por la caza y la comercialización ilegal
El Cardenal de Cresta Roja, como ya hemos descrito, es un ave de bellos colores y, el que lo observa, queda prendado por su majestuosidad. Además, es muy ágil, vivaz y movedizo; siendo su principal talento, su canto muy entonado, los silbidos y gorjeos tan agradables al oído.
Sin embargo, su principal virtud, es su mayor desventura e infortunio, debido a que estas bondades, han despertado en el hombre, las ganas y las ansias antinaturales de poseer estas aves como mascotas, demostrando el poco valor, apego, comprensión y, sobre todo, la poca sensibilidad por la naturaleza, al volver prisionero a un animalito que nació para ser libre, con el único propósito de satisfacer un deseo.
Esta demanda, ha hecho que los cazadores inescrupulosos los persigan y atrapen, y los comercialicen ilegalmente dentro los países americanos y europeos. Dicha caza, ha iniciado desde hace varios siglos atrás, como lo afirman: Azara 1802 y Gibson 1880: “El Cardenal, es una de las aves con mayor demanda como mascota en la Argentina, existiendo registros desde fechas anteriores a estas afirmaciones”. La especie se exporta ilegalmente: en 1978 ingresaron a los Estados Unidos 1375 especímenes. En la actualidad, nada indica que esta situación haya cambiado, pese a las leyes proteccionistas que se aprueban en nuestros países, pero, ¿quiénes las cumplen?
Yo no sé si escribiendo este artículo, las personas que lo lean piensen un poco en ello, o, tal vez no les gusten y meramente les parezca algo sin sentido, y que además, piensen que primero está el progreso y luego las cosas simples y sin importancia. Lastimosamente, es triste verificar en los medios de comunicación que, por ejemplo: cuando alguien solicita la construcción de una plaza, o un parque en su barrio, porque sienten que es una necesidad, no tardan mucho en aparecer los “expertos” a decir: — No pues eso, lo que queremos son obras de impacto — y, yo me pregunto: y, ¿qué hay de los impactos negativos que le generamos a la naturaleza?...
Pero, si a alguno de ustedes le ha hecho recordar lo mismo que a mí, o, que si alguno a reflexionado al respecto, despertando así sea un sólo valor noble hacia la naturaleza (respeto, tolerancia, sensibilidad, cariño, etc.), habremos ganado. Y aquél que se encuentra en aquellos pelotones de los que demandan este tipo de animalitos silvestres, y desee pasarse al grupo que respeta, cuida y le importa la naturaleza, habrá ayudado a disminuir el contrabando ilegal no sólo del Cardenal, sino de muchos loritos, cotorritas, canarios, monitos, tortugas y otras especies. Si la demanda baja, también bajará la caza y el comercio ilegal, ya que el “negocio subsiste, si la demanda existe”. Yo creo que la educación y los buenos valores, en definitiva podrán más que las “leyes y sus buenos controles”, aunque nos cansemos de decirlo.
Para concluir, termino expresando que: “Nunca debemos olvidarnos que, la naturaleza, nos proporciona cosas tan hermosas y maravillosas como el CARDENAL DE CRESTA ROJA para que los disfrutemos y, a costo cero; los que ponemos precio a todo somos nosotros, y que cualquier acción que podamos realizar a su favor, vale la pena”.
Fuentes Bibliográficas:
Fernando Calparsoro
Diego Oscar
Wikipedia libre
EcoDigital.com.ar
Museos digitales
Diccionario Enciclopédico Lexus Color
Fotos: Mirko Balanza Orozco (zona parque Bolívar)